Entre todas las buenas obras que hacemos por otras personas la más saludable es orar por ellos. Mostramos gran compasión cuando presentamos las necesidades de otras personas a nuestro Padre Celestial. En Lucas 16, El Rico quiso interceder por sus hermanos, pero Dios no le hizo caso porque ellos tuvieron las Sagradas Escrituras y no las obedecieron. Sólo los creyentes, el Espíritu de Dios y el Salvador, quien es el Sumo Sacerdote, pueden interceder por el hombre. Sólo en esta vida podemos interceder por el prójimo o un familiar y cambiar las circunstancias de su vida y su destino eterno. No es posible interceder por los muertos. Una vez muerta la persona, su destino espiritual está sellado y no es posible cambiar su rumbo. Los vivos solo pueden interceder por los vivos.
Hebreos 7:22-25
“Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.”
Hebreos 4:14-16
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
I Timoteo 2:5
“Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,”
I Juan 2:1
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca, abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo.”
I Timoteo 2:1-5
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,”
Job 42:8
“Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job.”
Romanos 8:26-27,34
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.“
Efesios 1:16
“no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,”
Deuteronomio 9:25-26
“Yo me postré delante de Jehová cuarenta días y cuarenta noches; me postré, porque Jehová dijo que os iba a destruir. Oré a Jehová diciendo: Oh, Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad que has rescatado por tu grandeza, al cual sacaste de Egipto con mano poderosa.”
I Samuel 7:5
“Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová.”
Juan 14:16
“Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador,(intercesor) (parakletos), para que esté con vosotros para siempre.”
Lucas 22:31-34
“Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo. Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos. El le dijo: --Señor, estoy listo para ir contigo aun a la cárcel y a la muerte. Pero él dijo: --Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú hayas negado tres veces que me conoces.”
Éxodo 32:31-32
“Moisés regresó a Jehová y le dijo: --¡Ay! Este pueblo ha cometido un gran pecado al haberse hecho dioses de oro. Pero ahora perdona su pecado; y si no, por favor, bórrame de tu libro que has escrito.”