El diseño soberano del Dios eterno, perfecto y bondadoso es la unión formal y pública entre un hombre y una mujer. La unión de la pareja es de respeto mutuo y amor inefable apasionado. Es la responsabilidad del marido y la esposa proveer un ejemplo excelente de amor, cooperación, ética, conducta moral y entrega espiritual. La esposa prudente y amorosa es un don de Dios. Bendecidos

de Dios son los maridos que son enamorados y compañeros en la lucha de la vida. La mujer esposa-madre es sabia y merece todo respeto y honor del marido, los hijos y el pueblo. Maldito sea el hombre lujuriante-vicioso que le hablara a ella morbosamente mientras que anda en la calle. La madre es reina de la casa y su ley es firme. Los hijos que no obedecen a su madre han pecado contra Dios, recibirán castigo del Señor y sus vidas no resultarán en bendición al pueblo. La madre es una trabajadora y no es alcahueta. Los varoncitos al igual que las mujercitas son tratados con los mismos derechos y deberes, enseñándoles a trabajar con empeño. La esposa-madre ama a su familia. Su amor es la fuente de gozo, seguridad y consuelo para la familia por toda la vida.

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Génesis 2:24

“Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”

Proverbios 12:4

“La mujer virtuosa es corona de su marido, pero la mala es como carcoma en sus huesos.

I Corintios 11:3

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo.”

Proverbios 18:22

“El que halla esposa halla el bien y alcanza el favor de Jehová.”

Hebreos 13:4

“Honroso es para todos el matrimonio, y pura la relación conyugal; pero Dios juzgará a los fornicarios y a los adúlteros.”

Proverbios 19:14

“Una casa y riquezas son herencia de los padres, pero una mujer prudente lo es de Jehová.”

Eclesiastés 9:9

“Goza de la vida, con la mujer que amas, todos los días de tu vana vida, que Dios te ha dado debajo del sol; porque ésta es la porción de tu vida y del duro trabajo con que te afanas debajo del sol.”

Tito 2:3-5

“Asimismo, que las mujeres mayores sean reverentes en conducta, no calumniadoras ni esclavas del mucho vino, maestras de lo bueno, de manera que encaminen en la prudencia a las mujeres jóvenes: a que amen a sus maridos y a sus hijos, a que sean prudentes y castas, a que sean buenas amas de casa, a que estén sujetas a sus propios maridos, para que la palabra de Dios no sea desacreditada.”

Colosenses 3:19

“Esposas, estad sujetas a vuestros esposos, como conviene en el Señor. Esposos, amad a vuestras esposas y no os amarguéis contra ellas.”

Salmos 128:3

“Tu mujer será como una vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos serán como brotes de olivo alrededor de tu mesa.”

II Timoteo 1:5

“Traigo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy convencido de que también en ti.”

Proverbios 31:10-12, 15, 21, 27, 28

“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su valor sobrepasa a las perlas .....Confía en ella el corazón de su marido, y no carecerá de ganancias. Le recompensará con bien y no con mal, todos los días de su vida.....Se levanta siendo aún de noche, y da de comer a su familia y su diaria ración a sus criadas......No teme por su familia a causa de la nieve, porque toda su familia está vestida de ropa doble..... Considera la marcha de su casa y no come pan de ociosidad. Se levantan sus hijos y le llaman: "Bienaventurada." Y su marido también la alaba:”

Salmos 113:9

“El hace habitar en familia á la estéril, Gozosa en ser madre de hijos. Aleluya.”

I Timoteo 5:14

“Por eso quiero que las más jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa y no den al adversario ninguna ocasión de reproche;”

Tito 2:4-5

“Asimismo, que las mujeres mayores sean reverentes en conducta, no calumniadoras ni esclavas del mucho vino, maestras de lo bueno, de manera que encaminen en la prudencia a las mujeres jóvenes: a que amen a sus maridos y a sus hijos, a que sean prudentes y castas, a que sean buenas amas de casa, a que estén sujetas a sus propios maridos, para que la palabra de Dios no sea desacreditada.”

Malaquías 2:13-16; I Pedro 3:1-7; Proverbios 5:18-19; I Corintios 11:7; Mateo 19:4-6;

II Corintios 12:14; I Corintios 6:16; I Samuel 1:20-22; I Samuel 2:19-21; Proverbios 1:8;

I Timoteo 2:14-15; Salmos 144:12; Hechos 16:1-3; Proverbios 6:20;

Efesios 6:4; II Timoteo 3:15; Lucas 1:46-49; Juan 19:25-27; Éxodo 20:12;

Éxodo 21:15; Proverbios 19:26; Proverbios 10:1; Mateo 15:4; Levítico 19:3;

Efesios 6:2; Génesis 3:15; Gálatas 4:4-6; Galatas 3:16; I Corintios 7:1-5;

Efesios 5:22-33; Proverbios 22:6; Salmos 127:3-5; Proverbios 20:20;

Proverbios 15:20; Proverbios 2:16-19