La definición de resurrección es: restaurar a vida; resucitar de la muerte a vida o puesto de pie de nuevo. No hay concepto más maravilloso que un ser humano muerto por miles de años y su cuerpo esparcido alrededor del mundo pueda por la voz de mando de un arcángel y trompeta de Dios juntarse, levantarse y vivir de nuevo. Es triste que la religión preste tanta atención a la muerte de Jesús pero casi no reconoce su resurrección. Vamos a ver dos resurrecciones. La Primera Resurrección es de los creyentes, los que han recibido la justicia de Jesucristo por creer en Él. La Segunda Resurrección es de los que rechazaron creer en la obra redentora de Jesucristo y van a ser juzgados por su propia justicia y obras. La obra y justicia del hombre será como una llaga podrida o trapo de inmundicia delante de Dios. Entonces la persona que aparece delante de Dios sin el perdón por creer en Cristo Jesús será condenada al Lago de Fuego que es, “La Muerte Segunda”.

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Juan 5:28-29

“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.”

I Corintios 15:13-17

“Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.”

Juan 11:23-26

“Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

I Pedro 1:3-5

“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia

incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.”

Apocalipsis 20:6

“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”

Romanos 8:11

“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.”

I Corintios 6:14

“Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.”

I Corintios 15:52

“en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”

I Tesalonicenses 4:16

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.”

Isaías 26:19 “Tus muertos volverán a vivir; los cadáveres se levantarán. ¡Despertad y cantad, oh moradores del polvo! Porque tu rocío es como rocío de luces, y la tierra dará a luz a sus fallecidos.”

Daniel 12:2

“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y eterno horror.”

Deuteronomio 32:39

“Ved ahora que yo, Yo Soy, y conmigo no hay más dioses. Yo hago morir y hago vivir; yo hiero y también sano; no hay quien pueda librar de mi mano.”

Juan 6:39-40, 44

“Y ésta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de todo lo que me ha dado, sino que lo resucite en el día final. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que mira al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el día final....... Nadie puede venir a mí, a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final.”

I Tesalonicenses 1:10; Hechos 4:33; Lucas 14:14; Mateo 22:31-32; Marcos 16:6; Hechos 4:2-4; Romanos 1:3-4; II Corintios 4:14;

II Timoteo 2:18-19; I Samuel 2:6;

Ezequiel 37:1-10; Romanos 4:25