194 ~ CONDENADO
- Conceptos Biblicos
- 5 abr 2020
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La realidad más terrible sería saber que uno ha sido condenado. Ser condenado quiere decir que la persona ha sido declarada culpable de un delito y que espera el castigo indicado por el juez. La Biblia nos enseña que el hombre sin hacer su pacto, o en otras palabras antes de creer en la obra redentora de Cristo, ya está condenado. Hay muchas consecuencias por estar condenado, pero la más horrible es ser lanzado al Infierno por toda la eternidad. Los condenados no tienen sus nombres inscritos en el Libro de Vida del Cordero de Dios. Ellos son hijos de Satanás y pertenecen de la Segunda Muerte, por lo cual no serán parte de la Primera Resurrección. Aunque el bebé nace con la naturaleza del pecado en él, no está declarado condenado hasta que el niño madura y entiende que cuando peca, él peca contra Dios. El niño es inocente delante de Dios, pero al momento que el niño peca concientemente pierde su inocencia y su pecado hace una división entre él y su Dios. El propósito de la ley es para que el hombre sepa su condición delante de Dios que es culpable y está condenado. El propósito del evangelio es para que el hombre sepa que Jesucristo ha pagado la cuenta espiritual y que con solo creer en la obra redentora de Jesús puede ser salvo.
Juan 3:16-19
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que cree en él no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y ésta es la condenación: que la luz ha venido al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. ”
Mateo 13:47-50
“Asimismo, el reino de los cielos es semejante a una red que fue echada en el mar y juntó toda clase de peces. Cuando estuvo llena, la sacaron a la playa. Y sentados recogieron lo bueno en cestas y echaron fuera lo malo. Así será el fin del mundo: Saldrán los ángeles y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego. Allí habrá llanto y crujir de dientes.”
Apocalipsis 20:14-15
“Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego.”
Juan 8:10-11
“Y enderezándose Jesús, y no viendo á nadie más que á la mujer, díjole: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado? Y ella dijo: Señor, ninguno. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno: vete, y no peques más.”
II Tesalonicenses 2:11-12
“Por esto, Dios les enviará una fuerza de engaño para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.”
Romanos 8:1
“AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu.”
Tito 3:10-11
“Después de una y otra amonestación, rechaza al hombre que causa divisiones, sabiendo que el tal se ha pervertido y peca, habiéndose condenado a sí mismo.”
Juan 5:24, 28-29
“De cierto, de cierto os digo que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna. El tal no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.... No os asombréis de esto, porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz y saldrán, los que hicieron el bien para la resurrección de vida, pero los que practicaron el mal para la resurrección de condenación.”
Juan 6:40, 47
“Esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que mira al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y que yo lo resucite en el día final..... De cierto, de cierto os digo: El que cree tiene vida eterna.”
Juan 20:31
“Pero estas cosas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.”
Romanos 8:3
“Porque Dios hizo lo que era imposible para la ley, por cuanto ella era débil por la carne: Habiendo enviado a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;”
Mateo 23:33-35; Judas 1:4; Romanos 5:15-17
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